16.4.09

Uno de esos reencuentros de antaño

Este es un recuerdo de antaño. Resulta que cuando tenía unos 12 o 13 años, estaba perdidamente enamorada de un tipo que tenía como 19, dueño de una bicicleta tuneada y poseedor de brakets.

Mmmmmmmm!
Esos fierritos en los dientes fueron un fetiche de amor toda mi adolescencia.
También tenía un enorme perro blanco y peludo y su mamá se parecía muy cabrón a Yury.

Obvio el güey estaba “im-pre-sio-nan-te” ante los ojos de cualquier escuinclita de secundaria. Pero ni por error volteaba a ver a ninguna de sus fans, quienes podíamos pasar horas mirándolo hacer acrobacias sobre esa bici rara.

Pues anoche, saliendo muy tarde de la oficina, y con una palidez aun más extrema que la que me caracteriza, voy ya casi llegando a mi calle, indecisa entre chingarme un esquite de la esquina del banco, o por fin animarme a probar las hamburguesas que se ponen en el cruce del Ermita, pero al mismo tiempo haciendo memoria de unos espárragos que tenía en mi refri, cuando escucho que alguien me llama.

- Reputísima madre!- fue lo primero que pensé, - ahora si ya no me salvo y me van a bajar hasta los chocolates sin azúcar que me acaba de regalar mi papá -

Me volteo ya muy dispuesta a ser asaltada, cuando voy viendo a un güey, si bien no de 19, ni con alambres en la boca, ni montado en una bici, pero si con una sonrisa perfecta, parejita parejita, unas canitas irresistibles arriba de las orejas, mal rasurado, con una sudadera morada que le quedaba que ni pintada y si, tenis chingones (Seguro no me fijé en cada uno de esos detalles cuando apenas me di la vuelta. La verdad es que se me frunció desde el ceño hasta el cicirisco en menos de un nanosegundo). Pero el supuesto asaltante, además de no tener cara de “Ya te la ensarté”, sabía mi nombre y me sonrió.
Una vez pasada la taquicardia de ese primer instante, ya mi lenta materia gris hizo conexiones y si, reconocí a aquel amor de principios de adolescencia.

Llevo desde anoche haciendo memoria de su nombre, pero la pura verdad es que creo que nunca lo supe. Seguro le puse un mote referente a su belleza, su bici o su trabajo dental, pero no, na mas no doy con si alguna vez supe cómo se llamaba… Ya para ahora da igual, ¡ya me dijo hasta su 2do apellido!

Si a los 13 me hubiesen dicho que unos añitos después (pocos pocos), ese güey se me iba a presentar, me cae que me hubiera quedado sentadita estudiando muchas más tardes de las que lo hice, en lugar de salir a verlo lucirse en la bici o paseando al perro. Pero como obvio eso si que no lo podía saber en aquella época en la que me acomplejaba que todos los pantalones me quedaran cortos y que usaba agujetas fosforescentes en los tenis y en la cabeza, pues no estudié mucho y no saqué promedio de honor en la secu.

Luego de disculparse por haberme asustado (lo notó por mi cara, no por mi grito) y de acercarse a saludar ya más en forma, me dijo que vive muy cerca de donde estábamos (y por lo tanto, muy cerca de mi casa) y que ya van varias veces que me ha visto pasar.

Nada más de pensar que el güey me reconocía y que me tenía ubicada ya de “mayorcita”, me puse roja roja roja, (como no es mi costumbre) y repasé miles de líneas con las que le podía seguir la plática. Claro, pura mamada, como preguntarle si estudia o trabaja?, o que si es casado?, o si su mamá se sigue pareciendo a Yury?... Lo bueno es que este hombre resultó ser un gran conversador, y me ahorró cagarla buscando un tema ideal.

Por si para este momento del relato, ya están avanzando la historia a cuando terminamos revolcándonos sobre la alfombra de su casa, haciendo innumerables veces el amor mientras se escuchaban los pájaros (y los primeros trailers) del amanecer por su ventana, les mato la idea y les adelanto que NO.

Que ni madres!

Evidentemente si hubo sonrisitas y miraditas de esas que te sacan como un brillito del ojo, pero nada más. El güey está poca madre, insiste que cuando yo tenía como 17 bailamos “matador“ en una fiesta, y que si no me peló más, fue porque yo iba acompañada de alguien más (seguro era mi hermano!).

Por si acaso ya le pregunte si le gusta el té, (Y me dijo que él más bien suele tomar café (Bien! Eso siempre da esperanzas!!!)), opté por no darle mi tradicional papelito de Hello Kitty donde viene casi hasta mi tipo de sangre, pero anotó mi número en su cel. Y quedamos en desayunar donde los chinos una mañana de fin de semana para ponernos al día de lo que han sido las vidas entre los 13 y los…

Espero postear pronto novedades con este reencontrado vecino guapo, que la verdad, nada más de saber que decora el barrio, ya me hace sonreír.
Sí, ya lo sé, es otra anécdota frívola y sin mayor trascendencia, peor estuvo tan cagado volver por un ratito al pasado, que lo quería compartir (además, como si mis posts fueran de temas tan profundos y sobre posibles formas de salvar al mundo).

7 comentarios:

  1. Ay! De esos posts que me hacen suspirar. Todos son ciclos, todos jaja.

    ResponderBorrar
  2. Pues a mi me encantó el post, el primero que leo tuyo y por aqui andaré para saber cómo se desarrola la lindísima historia, me encantó!

    Claudia

    ResponderBorrar
  3. a mi tambien me encanto el post... tiene todo menos frivolidad... y creo que soy de las que le rompiste el misterio negando lo de la alfombra...

    ResponderBorrar
  4. Oye, yo también quiero saber como sigue la historia, esos amores adolescentes que uno mitifica con los años tienen siempre un halo como de cuento no?

    ResponderBorrar
  5. como dirian por ahi...pues

    vaaaas juaaaaan

    suena super lindo, yo aun sigo soñando con un recuerdo que aunque no fue adolescente si fue post adolescencia o igual aun adolescia de algunas cosas como inocencia.
    aun tengo contacto con aquel muchacho y aun en sueños lo sueño bello y encantador como en antaño.
    suerte!!
    de menos de un gran conversador no te libras y cuaaanto valora uno a esas personas en un ratico de soledad. slds aura

    ResponderBorrar
  6. ¡Aaah! Entiendo perfecto de lo que escribes... yo casi repruebo la secundaria por andar espiando, acosando telefónicamente y soñando día y noche a un tipo que nunca me volteó a ver. Pero la vida siempre da ese tipo de revanchas y son bien disfrutables... no dejes de darle continuación a la historia...

    ResponderBorrar
  7. haaaay ya tengan un romance lindo y ñoño y padre :P


    hmmm disculpa mi atrevimiento peero estoy haciendo una pieza artistica sobre identidad femenina y necesito la colaboracion de mujeres de todas las edades para contestar un mini cuestionario sobre estereotipos y auto imagen y bla bla.. si quieres y si puedes me encantaria que me ayudaras :)

    http://www.chambeadora.blogspot.com

    ResponderBorrar