25.8.07

Imagenes prometidas

Estas dos imagenes van dedicadas especialmente pa las "Siempre vuelven".
Pues fue a ellas a las que les cote lo que me pasaba con el chofer de la oficina y sus, según yo, gestos guarros... hasta que la princesa aquí su servidora, descubrí que la onda era que me sentara con las piernas cerradas, cual señorita, diría el mismo.
Y yo, de mal pensada, haciéndole señas verdaderamente cerdas y atrevidas y na de na! la cosa era o bien no llevar falda si no te sabes comportar en ella o cerrar las piernecitas, sobre todo cuando te sientas de lado en la ofi frente a un gran ventanal por donde pasa todo el edificio!
ja ja ja
Chicas, se las debía.

23.8.07

Ajá!!!


No necesito un kleenex!!!

Nos vamos haciendo viejos…
Difícil es aceptar los cambios. Pero poco a poco a poco todo muta y la realidad se ve con otros tonos. No se sabe bien a bien a que darle importancia y que realmente no importa ya.
Los gustos se transforman cuando no varían hasta el opuesto.
Antes amaba el pollo, ahora me da asco.
No tengo miedo a la amargura, pero me sorprende la neurosis. La intolerancia que nunca se que tenía, hoy en día es la bandera con la que navego. Y me duele, neta me duele no saberme esa niña que por todo reía, incluso cuando algo la hería. Ahora respondo con un golpe por adelantado y no entiendo porque el otro se sorprende. Si al fin y al cabo ese tendría que ser el resultado natural de sus actos para mi persona.
Me acuerdo cuando miraba todo con ilusión de polvos mágicos, luego lo vivía y me sentía hechizada. Hoy lloro porque la ilusión se seca poco después de descubrir los componentes de dicha fantasía.
Añoro esa sensación de vivir en la burbuja de jabón más grande del mundo.
Río por mi nostalgia, lloro por mi olvido de esencia.
El insomnio me reclama los recuerdos de la caída del imperio de la niñez. La infancia queda en los cimientos de mi persona. Las muñecas me siguen asustando y los autitos me siguen fascinando.
Mi comida favorita ya no son los ravioles de carne o de queso con salsa de tomate, ahora es el arroz japonés al vapor con pasta de Tampico y un poco de soya baja en sodio.
Miro el afuera y no lo entiendo ¿Qué fue lo que pasó para que las maravillas dejaran de serlo?
Me asusta que lo grave no me parece tan grave.
Me angustian las realidades totales, pero terminan pro darme lo mismo las individuales.
¿Egoísmo?
No lo sé.
¿Frialdad?
Que más da.
Me aburre el hecho de construir nada mas para uno mismo
¿Porque no mejor hacer castillos en el aire y aterrizarlos en desiertos donde pudiéramos poblar nuevas formas de ver la vida, de concebir el mundo?

Un desayuno de porro

Hoy amanecía “clavada”.Respiro profundo y no se me inundan los ojos de lágrimas, pero tampoco tengo tantas ganas de sonreír.
La mujer que trabaja a escasos metros de i escritorio, está embarazada de un saquito sin producto, la espera no tiene latidos, por lo tanto no tiene vida, pero sigue estando dentro. Gestándose.
Frente a mi, y hacia mí, otro ser se seca frente a su horrorosa PC. Discute con la vida toda su existencia y se lamenta hasta por lo ilamentable. Grita, se humilla y se retuerce sin que nadie la pueda detener. Ella sola busca su muerte, esculpe sus arrugas y provoca el pronto estallido de su cabeza.
Tras de mi otra existencia, entregada a la lucha por un sueño neurótico la ha cegado de su realidad, de su aquí y ahora. Mira con prisa sin detenerse a profundizar en nada. Solo maquila y a su paso deja el cuerpo y el alma al cuidado del paso. El balance de la felicidad no es lo que busca. Tampoco parece tener tan claro eso que soñó, eso que busca.
Más allá, apartada de la cotidianidad, en un espacio ficticio se encuentra quien maquila todo, encerrada en u protocolo de autosuficiencia donde nada funcionaría sin la labor de los demás. Pero haciendo tangible el cuidado ante los ojos ajenos, es que se comprueba una vez más la teoría del amo y el esclavo ¿Quién es el amo y quien el esclavo?
Y uno pasa todo el día rodeado de varios que lo único que hacen, es estar solos. Todos solos creamos un ambiente en común. Es extraño, pero ya no sé si esto no es lo real.