1.4.11

Hasta podría estar hablando de mi perro


Quería decirte que te quería matar.
Quería decirte que te quería escupir.
También quería decirte que te quería ahorcar.

Pero no paraba de llorar, así que no podía mirar por la ventana o concentrarme en nada. Al final, agotada, solo sabía que lo único que realmente quería, era olvidar.
Olvidarte sería un mal intento de tener otra derrota en la vida. Como olvidas así, tan de tajo, un capítulo completo de tu vida?

Cada episodio dura un tiempo diferente, incluso para cumplir años luego hay un día más entre uno y otro, y otros vario, por lo tanto, con un día de menos. Tú, bien a bien no sé cuánto duraste en mi vida. No sé si la duración sólo ha bajado de intensidad y continúas a cuenta gotas aquí, o neta ya fue, ya no pasa nada, ya nunca volverás.

Y la nariz vuelve a tener eso raro que baja hasta la garganta, y se siente un poquito de ahogo. Los ojos se vuelven a enrojecer y las lágrimas se vuelven a dejar caer sin contención alguna.
No, no estoy triste, estoy solo desolada por la falta de esperanza.

Me encanta pensar en lo que no pasa y perder el tiempo en dramas circunstanciales que la verdad, me importan poco y acabo por olvidar antes de tres respiraciones. Pero no puedo negar que aunque verdaderamente nunca me reí, si me moría del revoloteo, cada que aparecías. Esa sorpresa morbosa de frases indescifrables cambió, por mucho, mi seguridad y afinado poco talento en las relaciones de puertas pa'dentro.

- Ya de coger ni hablamos! - decía una amiga en una tarde de café, mientras entre todas reíamos tratando de entender o encontrar un significado singular a las llamadas a la 1 am, solo para saber qué cené.
En ese caso, cuando no sabes que decir y el insomnio te hace entablar una relación con otro, que está lejos pero cerca, es mejor aventarse con todo y atizar con un - Qué traes puesto?- Como bien escupía con capuchino otra de las "señoritas" de aquella mesa.

Entre bromas, interpretaciones de insinuaciones excéntricas y demás proyecciones de historias personales, antojos o fantasías de cada una reflejadas en esta, la expuesta; esa tarde te volviste persona para mí. Habías dejado de ser un personaje de sueños (por los horarios de la comunicación, no por lo bueno que estás, no vaya usted a creer!), para convertirte en una referencia de lo masculino en la vida de quien ya no le apostaba a nada que pasara de unas risas y viento a favor para que la falda se meneara sola una noche fresca.

Es verdad que tu sonrisa siempre se quedó en eso, en una sonrisa de dientes excesivamente parejos, blancos hasta casi tener un destello brillante en la punta, como de comercial de chispa gel, y un pequeño guiño de ojos, un tanto reconfortante para la mirada del interlocutor.

Las pláticas siempre estaban un nivel arriba de la complejidad que en ese momento de emoción irremediable, cualquiera de los dos podíamos entender. Yo me concentraba en ti, en tu todo, en tu torpeza y en tu calidez. Tú te concentrabas en mí, en mis imprecisiones y mi frío.

Aisht!

Te pienso y ya no te quiero matar.
Te pienso y ya no te quiero escupir.
Te pienso y ya ni ganas me quedan de siquiera quererte ahorcar.

Ahora quiero una coincidencia, un momento de esos de metáfora urbana, que se disuelve en un espacio de cuatro paredes, un techo y muchos vecinos.
No es un divorcio lo que tú buscas, no es una separación de bienes lo que a mí me atrae. Esto es solo un intercambio de placeres discretos, no compartido con todos, incluso poco probable de explicar o de entender. No es nada especial, solo es parte de uno, tanto tuyo como mío. No es de los dos. No es a cachitos y no es por eso que te extraño. Porque eso, lo mío, aun lo tengo. No lo he perdido.

Necesitaba olvidarte.
Necesito un buen argumento para alejarte. Pero no eres tan insano, no me haces ni daño. No es por ti que lloro, ni es por ti que me alejé. Solo es  que te uso como pretexto  para olvidar cosas que no quiero terminar, o eventos que he perdido a cachos durante varios capítulos, y que imagino mezclé, para hacer de ti todo un capítulo completo.
Y esto no es tampoco  una forma de pedir perdón, sino de pedir que me regreses todo aquello que dejé olvidado contigo.

Te devuelvo al abandono, me encamino a otra trama que no va para allá.

29.3.11

XXL

Ora si de que discreta, discreta, lo que se dice discreta, pues no, no soy, no me hicieron, no me operé.

A mis jefes se les pasó de tueste y de todo me mandaron mucho (es más, de algunas cosas, me mandaron más que mucho o bien, un poco demasiado).

Si midiera 1.54 cm, pesara 45 kg y calzara del 3, 3 ½, sería una persona sin complejo alguno. Pero tampoco se crea usted que está leyendo a un ser alto, sólo soy muy patona y gorda, lo que viene dando el efecto curvilíneo a la unmillonésima potencia, o bien, tengo curvas hasta donde deben ir líneas rectas.

Tener pie de travesti, no ha sido nunca un problema. Cierto es, que incluso durante los años de secundaria, usaba zapatos de hombre que terminaron por ser un hitaso en mi colegio. La prueba está en las fotos de generación, decenas de pubertos de ambos sexos con “Julio de Mucha” comprados probablemente en su mayoría, en la zapatería La Vega, por la parada de peseros de Cuihcuilco, frente a los almacenes La Luna. Un ejemplo de “precio-beneficio” en el consumo de calzado en adolescentes en imparable crecimiento. (De nada papá! Qué tal que me hubiera latido usar zapatitos de punta con bordados personalizados y tacón de 20 cm en azul chiclamino, eh?)

Cuando comenzó a molestarme mucho esto de que los pantalones me quedasen siempre cortos porque ya era evidente que los “pesqueros” habían pasado de moda, entró una cadena de ropa extranjera que, me parece, suele terminar de completar el gasto de su manufactura con lo que gastan los clientes en pedir el servicio de sastre que el mismo establecimiento ofrece. Nunca he necesitado que me corten un pantalón.

Tener brazos de simio es de esas cosas que cuando estaba a punto de traumarme sin vuelta atrás porque no hay remedio para ello, les encontré utilidad indiscutible, siendo que no necesito subirme a la escalerita de apoyo para bajar cosas que me queden alto, ya que mis bracitos de simio suelen hacerme el favor, sin que el resto de mi cuerpo se esmere demasiado.

Ser caderona y chichona, es de esas cosas que uno termina por creer que le pasan como recuerdo de los “todopoderosos” para ponerse a dieta y dejar de tragar en lugar de comer, o simplemente alimentarse. Además, es también, una motivación para querer hacer deporte y (según una misma) ponerse buenérrima (si ajá, como si eso me motivara adormirme temprano y levantarme al alba a la elíptica, los pilates y la piscina! Ajá ajá ajá).

La ventaja de que me hayan hecho con mucha estupidez, harta poca inteligencia y bastante brutalidad, es que así y todo, no sufro tanto las cosas como si verdaderamente me pudiera dar cuenta de lo que representa mi existencia. Siempre he creído que ser cachetona es un don para mascar el chicle por más tiempo. Tener panza es como cargar una bolsa propia, para poder pasar más días sin ir al baño y que lo que se va a cumulando, se quede en la zona predeterminada y no te rellenes de mierda toda tu al pasar unos pocos días. Tener un chingo de pelo, es para que por lo menos la cabeza no se te enfría (si, además de todo soy muy friolenta) y no haya medicina alguna, que por muchos intentos que haga, te deje calva. Y así, cosa por cosa y parte por parte del cuerpo, que nada mas no sentía yo que embonaba con los patrones de super modelo millonaria con departamento dúplex de más de 300 m2 en NY, les fui encontrando una razón de ser.

Y porqué acabo de describir todo esto? Pues la pura verdad no lo sé bien. Pero llevo unos días escuchando a varios amigos quejarse de cosas que, la mera verdad yo no les veo! (evidentemente estoy refiriéndome a partes evidentes, que no necesariamente prominentes de sus cuerpos). Me da risa la que quiere tener las orejas más pequeñas, ni que las suyas le sirvieran para volar! No puedo creer la queja del que está poniéndose canoso, si no hay nada más sexy que un hombre canoso, le da luz a la cara. No comparto el trauma de los de tobillos y/o muñecas gordos, como si eso no diera una sensación de fortaleza física en general, sin importar lo que midas o peses.

Y en realidad todo lo que acabo de escribir, es como un mero escupo de lo que no me gusta (mío de mi) por dentro, y a ver si mirándolo desde afuera, lo puedo observar desde un punto de vista menos personal, y por lo tanto se me curen todos y cada uno de mis complejos.

Ya de la miopía, los ojos chuecos, el dedo pequeño del pie y la orzuela en el pelo, así como del impreciso color de piel o la necedad de las cejas por decolorarse al sol, mejor ni hablamos!

A todo esto, si quien me lee es un “el amor de mi vida” potencial, olvide todos y cada uno de los defectos, o bien, oríllese por la creencia de que soy una exagerada experta en mitificar pequeñas cosas y, de paso, convertir un lunar en una verruga, antes de terminar la frase… sólo por el placer de intentar hacer ficción.

26.6.10

Ahora resulta que todos leemos... encabezados

- Un noche sin Samarago –


- Te acostabas con él? –


- No, y tú?, Por qué me preguntas eso? –


- Pues porque muertos hay muchos, y cada día más. Y no por eso pasamos días o noches, antes o después, con o sin ellos, no? –


- Tienes razón. Me dejé influenciar por tantas menciones y notas sobre su muerte, vida y obra. Quise sonar nostálgico tal vez. Quizás un poquito culto. Pero creo que terminé sonando igual de falso que como me lo temí desde que lo pensé –


- Ah! Y con Monsivais no tenías ningún tipo de tratado sobre la ceguera de lo que no vemos en la ciudad? O algún tipo de fascinación gatuna por lo bonito que ser ven los techos del 1er cuadro, desde el bar de la Latino o el restorán del ahora extinto Bamer? –


- No, con Monsivais no me pasó lo mismo. Su muerte se me hizo más del pueblo, más como la de un amigo del barrio. Murió el cronista de la capital, pero la verdad es que con eso me fue suficiente para leerlo en el diario y quedar así, tranquilo. Somos sólo el mito de la ciudad más grande del mundo, pero eso no fue suficiente para hacernos, a cualquiera de nosotros, ganar un Nobel, o si? él nunca lo ganó -


- Va, dale! En eso tienes razón, como la mayoría de los mortales, nunca se ganó un Nobel, si. Pero creo que a partir de ahora me gustaría pensar que a mi entierro acudirá un mundo y no que el mundo acudirá a mi muerte -


- Y eso para que te importa, si de todos modos tu ya no vas a estar ahí –


- En eso tienes razón, pero ese sinsabor de imaginarte muriendo solo, con frío y que te sobra espacio en el ataúd; para que además de ti, metan todas tus cosas y así no sobre nada de ti en el mundo. No ocupes nunca más espacio vital –

Ambos sorbieron su café italiano gourmet del Vips, uno de ellos jugueteó un rato con la cucharita en el plato, el otro bajaba la vista a su celular en una búsqueda compulsiva por descubrir una llamada perdida, un mensaje o cualquier tipo de señal que indicara que hay vida más allá de una mesa de café “barato” (y ni tan barato, que pagar $30 por una taza de calcetín más cargado, tampoco es que la panacea, la pura verdad).


La tristeza de no sentir que su existencia es suficiente, los lleva a conversar sobre la muerte de otros, a los que tampoco conocieron.


22.5.10

Comparto por gorda, no por buena onda

Chingarme una caja de chocolates yo sola?


Como si no pudiera!!!


El problema es que no me estoy matando con las desmadrugas a las 6am, para ir a sudar como cerdo caramelizado en horno, mientras un sustituto de Hitler, enfundada en pants pegaditos y top de modelo extranjera, me grita en un conteo infinito de abdominales y repeticiones de estiramientos, que meta mas el abdomen y que apriete las nalgas.


La verdad es que nunca he estado %100 segura que el chocolate ayude a contrarrestar la falta de sexo. Porque admito que incluso en “otros tiempos” (si, tiempos de esos en los que te tienes que acordar de cómo se llama el “ese” que usa la otra almohada, o con quien en algún momento de la madrugada te peleas por unos centímetros… de cobija), incluso luego de descubrir la “memoria corporal” me podía chingar cuanta tableta de chocolate se me atravesara en el camino.


Hacer una tortuosa ceremonia de ejercicio 4 días a la semana, sólo me ayuda a incrementar mi culpa al comer chocolate. Pero no por eso, dejo de comérmelo. No, no, no.


Al igual que esa gente que tiene problemas por no poder dejar de comprar, o el que no sabe detenerse al empezar a beber hasta terminar en 4. Yo no conozco el sentimiento de “estar empalagada”. Qué es eso? Cómo se siente? Cuando sabes que padeces de eso? Jajaja


Esta mañana, con el afán, una vez más, de conocer el empalagamiento, me salí un momento de la oficina y como hipnotizada, me dirigí contra toda voluntad, a la fábrica de chocolates, vecina a mi recinto laboral.


Mierda!


Cuando el encanto hipnótico se esfumó, tenía yo ya en mis manos, una bolsa blanca dentro de la cual yacía una caja entera de mazapanes con chocolate.


Dioooooos, si existes llévate esto de aquí!


Y no sé cómo explicar lo que a continuación les voy a contar, perooo…


No, sigo sin ser creyente más que de los Pumas (aunque no den señal de triunfo desde … no recordaremos ese tema), del poder de un manto enmarcado un día al año, y de la casualidad.


El caso es que estaba ya yo sentada en mi lugar oficinil, templo del “hacer de mis nalgas, lo más plano que nunca jamás se haya visto”, con la caja de mazapanes desde un cajón gritándome que los sacara… cuando desde mi temeroso y gordo ser, una idea con forma de iluminación divina se apareció: Hoy es el día de alegrar al mundo repartiendo estos redonditos manjares y quedarme sólo con un pequeño número de ellos, que provoque que, aunque me de un ataque de ganas de chingármelos todos de una sentada, sean tan pocos que, no pase de una simple dearrea post atasque.


Y fue así, como esta mañana de trabajo interruptus porque me toca irme a medio día a las jornadas de comunicación intersecretariales o yo que sé, se convirtió en un dulce pretexto para repartir alegrías y, por qué no admitirlo: dejarle un dulcesito a mi caballero águila favorito, que aunque tímido en su escritorio comunal de pisos abajo, me saluda poniéndose de pie, cada que me da por pasearme por sus rumbos.


Tu ru rú


3.2.10

No estaba borracha, nada más soy malísima en bicicleta

No fingiré más.

Hoy le di un minillegue a la bicla, por ir mirando a un cuarteto de genes de 1er nivel, que sentados en la mesa más pegada al ventanal de mi restorán favorito de cerquitita de casa, se ve que se la estaban pasando "bomba", y por qué no decirlo, al ver mi pseudo caída, pseudo choque, pseudo yo que sé, les colaboré a las risas y a pasárselo aún mejor.

Pero acaso alguien puede creer que el no-muy-accidente me dolió? Obvio NOOO.
Lo que si que me dolió, y hasta lo más profundo, fue el orgullo.

Ah chinga que pinche vergüenza me aventé!

Yo no soy un ser atlético en absoluto. La bicicleta no es un instrumento que me facilite la vida, sólo que me divierte y me saca un poco la culpa de ser güevona profunda, tanto como que me obliga a mantener todos mis sentidos en una sola actividad, porque me tengo que concentrar demasiado para no darme azotones cada dos por tres.

En fin, hoy llueve, hace un frío del carajo y además la vida no se termina de dejar dominar por el orden... pésima idea la de salir en bici.

En fin, la verdad es que no es tan grave normalmente, sólo que hoy no fue un buen día en general. Y si a eso le sumo que no pude sacar en 3 intentos dinero del cajero, porque aunque tenía que sacar $300, me empeñé en apretar $3.00, y esos, por ser tan poquitos, el cajero no te los da. Y no sólo eso, sino que al 3er intento chairo, se te bloquea la máquina.

Además de eso, me paré muy muy temprano para ir a hacer la cola del trámite este del IMSS, para queme liberen la "hoja rosa", pero salí tan pinche dormida de mi casa, que cogí el 1er folder que se cruzó por mi camino, y no me fijé que era el de recortes y unos textos de Goorey, y no el de la documentación que requería. Cosa que descubrí, una ves que fui atendida por una señorita con más cara de culo que el resto de sus compañeras, y que me tocó, luego de que me aventé más de 45 minutos de cola de espera.

Me cae que me meto un balazo.

Si a esta bonita historia, le suman que mi día laboral sólo fue. No tuvo mayor emoción que ver pasar por un instante al guapo ese que ya es la 2da ves que nos cae de visita, pero que tiene junta en otra área que no es la mía, y sólo pasó por mi multimesa, cuando yo me quejaba de lo recagada de frío que estaba, y seguro me cachó con la peor de mis muecas...

Pero en fin, qué más da todo lo anterior, si insisto, de regreso a casa me abrigué y alcancé a mis nuevos amigos oficiniles en la mezcalería, jurando que nos atendería aquel antiguo objeto de deseo de cuando iba en 1ero de secundaria, y que ahora, aunque me cuesta trabajo, ya pedo seguirle una conversación sin ponerme TAN roja como cuando tenía 13. Pero bien que se me hizo fácil agarrar la bici, empaparme entre el chipi chipi incesable y la de charcos que no esquivé, llegar al sitio en cuestión completamente enlodada y empapada y además... toparme con la banda ya borracha, ya entrada en sus chistes locales y además, ya a una última ronda de partir de vuelta a casa. Y evidentemente además, el antiguo objeto, ni estaba!

De regreso a casa, aunque tenía que estar con los 5 sentidos en esto de andar en bici, no! me iba fijando en todo lo que a mi paso cruzaba, como los 4 guapotes del ventanal, el idiota del valet parking que se estaba chupando una lata de cerveza modelo mientras manejaba un auto muy mamón en reversa, que si la pareja esa del camellón, que además de pelearse entre sí, no recogieron la cagada de su perro, y además, un pensamiento profundo me asaltó por completo:
Si en una cantina, mezcalería o coctelería atendiera un machote de esos que no solo tiene sonrisa bonita, sino que además tiene conversación seductora, me cae, que yo si sería una borrachota. y si, lo digo así, sin ningún pudor y sin ningún afán de quedar como un ser culto o algo más, lo digo sin pretensión alguna.

A mí pónganme un atractivo sirvetragos, y seguro segurito me hago una ebria de oficio.
No tengo más que contar hoy, estoy frustrada porque ayer fue capicúo y desperdicié el no escribir la fecha por cualquier pretexto, aparte de que tengo frío, me siento una mediocre y me desespera que el tarado que anda de dizque coqueto, nada más me mande un corto mensaje que dice: "sé que no estás aquí, pero sentiré que te canto cada una de las canciones de esta noche". Como si fuera él el que da el concierto, como si fuera él quien escribió esas letras, como si él cantara! (además, porqué diablos no mejor me invitó al concierto? me moría de ganas de ir y no tengo un pinche peso, menos para gastarlo en un concierto bujujujujuuuuuu)

Yo por eso, sigo abstemia, sigo incrédula, sigo sola y sigo creyendo que un día de estos, algo puede cambiar.

Mientras, sentada aquí, en mi sofá de terciopelo, miro llover y me río de mi misma, de mi ridícula indiferencia ante mi don para hacer el ridículo, y con unas ganas locas de darme una ingesta anormal de azúcar... pero eso si, no puedo.

15.12.09

El video mencionado en le post anterior

Las Orquídeas Susurrantes

Un "enlace" mental por un cumpleaños ajeno

Por alguna extraña razón, una noche de domingo (siempre era en domingo, nunca en otro día) alguien que hoy cumple años me dijo con mucha seriedad (enmarcada en una dulce y tierna sonrisa) que esta canción ("Fidelity") era una descripción exacta de lo que él veía en ese instante.
Y si, cuando me obsesiono con una canción, soy, cual adolescente enamorada, una fanática de repetirla una y otra vez.
Así que atoradísimos en uno de esos inexplicables tráficos de Circuito Interior, a altas horas de la noche, nos dio por analizar frase por frase y bueno, me encantaría desdecir al cumpleañero de hoy, pero la pura verdad es que si le das tantito la vuelta a la letra, y le quitas lo poético y lo bien cantado, no puedo más que darle su crédito.
Con un dejo de timidez, extrañeza y ejercicio de una cosa más que no suelo hacer, le mandé un par de líneas de felicitación... Y en eso no pude más que volver a escuchar una y otra ves esta canción.
Quería escuchar algo diferente, una estrofa que negara lo acertado del Don aquella noche. Pero la pura verdad, es que sólo encontré, que esta canción me sigue encantando:

I never loved nobody fully
Always one foot on the ground
And I protecting my heart truly
I got lost in the sounds
I hear in my mind
All these voices
I hear in my mind
All these words
I hear in my mind
All this music
And it breaks my heart
Suppose I never ever met you
Suppose we never fell in love
Suppose I never ever let you
Kiss me so sweet and so soft
Suppose I never ever saw you
Suppose you never ever called
Suppose I kept on singing love songs
Just to break my own fall
Just to break my fall
All my friends say
That of course it's
Gonna get better...
Regina Spektor

La pura verdad es que me parece demasiado cursi regalar así una canción, y además no tengo ninguna intención en hacerlo por lo menos esta noche, y mucho menos a él.
Pero aprovechando el espacio para el recuerdo de aquellas noches de domingo, le deseo que en esta nueva década, se engorde unos kilitos y se acabe de encontrar.
Mientras tanto yo no sé si pronto sacaré ese disco de mi auto, y menos aun, si no seguiré cantando a toda voz frente al volante toda la canción una y otra vez.
Lo que si, es que el video de la rola, sigue siendo, a pesar de que ya le han pasado unos añitos.

19.11.09

La misa no deja de ser una cosa muy curiosa

Que tal este cachito de mi conversación religiosa con un amigo:

mnl - I'm not sleepy and there ain't no place I'm going to dice: (17:43:10)
no sé, creo que yo creo en la música

mnl - I'm not sleepy and there ain't no place I'm going to dice: (17:43:16)
ir a un concierto es como ir a misa

mnl - I'm not sleepy and there ain't no place I'm going to dice: (17:43:23)
ir a coachella es como peregrinar a la mecca

Y yo que de religión soy PUMA y na más creo en las hadas y los duendes porque soy una jipy renegada!

15.11.09

Ya llegué, y el gemido no era aquí...

Cuando miras a tu alrededor, y todo lo que observas son cuerpos entrelazados, menos dos borrachos que ya no pueden ni hilar palabra, una mujer que no sabes bien si es o no es, un amigo tuyo que evidentemente no va a ligar porque su pareja lo está esperando en casa, el que pone la música, seguramente porque está poniendo la música, y tu... sabes que es momento de partir.

Esta noche más que amargarme (más que de costumbre), la verdad es que me dio gusto ver a mis amigos rompiendo eso a lo que hemos venido llamando "la maldición", y que no es más que el estar tan solo de cuerpo, que se te olvida, o de menos te deja de importar, o pasa a 2do plano, lo acompañado que puedas estar en espíritu.

Ya sé, suena a chaquetés profunda, y lo es, que ni qué.

Pero de pronto me descubrí bailando entre estos cuerpos de movimientos raros, que ya eran más, nebulosas ocupando un espacio, que gente en una fiesta. Es verdad que había un sinnúmero de botellas de bebida variada, ya vacías en la cocina, montones de vasos sucios y vacíos por rincones y superficie alguna de toda la casa, y yo, la verdad es que estaba ahí, ya na más observando, esperando ver pasar el "milagro", cual creyente férrea de que este ataque comunal de soledad es sólo una cuestión de tiempos mal encontrados... y que esta noche, en varios casos, vi como ya se sincronizaron.

Raro estar de observador, participar sólo desde la sonrisa o el paso de baile que colabora a no desanudar al entorno. Pero mirando lo sucedido, me di cuenta que era así como llegaba mi hora de partir, de no seguir neceando en uno de los días más necios de mis últimos fines de semana, y si, quizás con suerte, no vivir un amanecer más con ojeras...

Soy muy fan de que las fiestas sean a cuadras de mi casa, porque así, me puedo ir caminando, adivinando lo que pasa de noche, en silencio, por esas calles que de día suelen ser un desmadre, un trafico de peatones bulliciosos y de puestos, "viene vienes", y un sin número de otras cosas... De noche sólo suelen quedar las putas-travestis-etc que como faroles, se acomodan en cada esquina de varias cuadras a la redonda, a esperar que alguien las haga entrar en calor, porque con estos pinches fríos de últimamente, me cae que les deseo harto cliente a todas y cada una, aunque aveces al pasar, se ponen roñosas y te sueltan algunas palabrejas de mala gana.

Pues hoy, para lo inspirada que estaba yo, mirando el cielo emocionada porque había estrellas... en mi ceguera, porque luego que ya me paré fijamente a mirar, era la punta de una de esas antenas de edificios altos, que tienen un foquito en la punta para que los aviones no se den en la madre. Justo dando la vuelta para mi calle, lo primero es un auto rojo, con la puerta del copiloto abierta, y dentro una escena a la que podríamos llamar "mamada express". Tantito más adelante, y sobre la otra banqueta, ya casi llegando a la clínica, una patrulla con todo su set de luces en ese movimiento incandescente constante, que te produce siquiera ceguera momentánea, con un par de estas guapiguapos, vestidas (na más tantito, pero vestidas) con charol rojo y botas larguísimas una, a la otra no la alcancé a ver con detenimiento, sobre el cofre del auto, siendo cateadas-torteadas-insultadas-manoseadas-sabroseadas, por un trío de "oficiales" que daban terror incluso con uniforme... no me quiero imaginar si alguno de ellos se pone más atrevido y se quita algo siquiera, de lo que lleva puesto (horrorosa imagen innecesaria, creada muy por demás, en mi cabeza. Asco total).

En fin, ese es el momento ya de la noche, en el que te da el ataque reflexivo pseudo "voy a salvar al mundo" y estas a dos de deprimirte culeramente por aquello que le pasa en desgracia a la sociedad, cuando... Voy entrando a mi portón, cierro y... Que pedo con que pareciera que toda la vecindad está cogiendo!!!

Y yo, tranquila subo con la discreción que alcanzo a juntar, las escaleras del patio queriendo no adivinar de qué ventana, mucho menos de que casa, salen cada uno de los gemidos que a coro, acompañaron mi transitar por e área común.

Entro a casa y Fiuffffffffff! Aqui sorprendentemente lo que se escucha es el respirar, tranquila y dormida, probablemente hasta babeando, el dormir de mi mamá. (Porque eso sí, llegar a tu porpia casa, donde se supone vives sola, y toparte con un show así... ya sería de balazo en los sesos seguro! Esa si sería como "refrescada" de tu más pura, culera y reteinsoportable soledad de la que si na más no, no está chida)

Hogar, dulce hogar!

Y mientras escribo estas líneas, me acompaña a ritmo dispar, el sorprendente rechinido de un colchón, supongo que de una cama lejana, y uno gritos que ya empiezan a darme curiosidad... en cualquier momento perderé el pudor, y me asomaré por el patio trasero a felicitar al campeón que hace llegar a esos tonos tan altos a su acompañante de esta noche.

Felicidades a quien esta mañana despertara con menos frío, pues un cuerpo a su lado colabora al no congelamiento. Al resto, podría llamarlos "compañeros", pero temo que se interprete un poco promiscuo, así que me limitaré a proponerles que aunque se siente gachón, duerman con calcetines, que hace un frío que pela, y no está chido pasar la mitad del puente resfriados.

13.11.09

Escupido verborréico de madrugada


Creo que hoy no estaba tan contenta.

A pesar de que esta mañana argumenté cual ex alumna montesori, el porqué chingados no iría con ese asaltante llamado doctor, que te cobra $1300 pesos nada más por tratarte mal, y por tener una secretaria que por teléfono te trata con el culo. Y que al decir esto, mi madre me viera con cara de: "No, pos ora si de que pasas a tener todísima la razón". Y luego me pude sentar a trabajar en un par de las ondas que conforman mi agenda del "pluriempleo desde casa", y de pronto ya sentía yo que todo estaba bien...

Pues que en ese mismísimo instante, que me paso a dar cuenta que no, que la verdad es que no está tan pro mi manera de arreglar esta nueva novedat de tener tiempo hasta para ir a hacer ejercicio a la misma hora que las madres de los niños de kinder (y si, ya sé que hoy por hoy, bien variada la banda de aquí merito, de amigos, se acaba de pasar a sentir rete bien identificados) Y es que jíjoles mano, mientras yo pierdo el tiempo pensando en inmortalidades de estrellas, cangrejos o sobre la insoportable levedad del ser y la burocracia (eso sí, bien cagada de frío y con los dedos entumidos), mis amigos parecen estar todos "haciendo el amor", si se entumen, es de agotamiento y felicidad, no como yo, que estoy entumida de frío y amargura total, envidia, neurosis... y eso que ni me los estoy imaginando (nadie imagina a sus amigos en pleno acto, no?) - (Morbo completamente innecesario y hasta de mal gusto).

Cha-le

Y una aquí, pensando como va a salir de menos tablas este mes, tratando de que de menos no le tirite el cerebro (aunque ahora que lo pienso, igual y si tirita dicho órgano, quien quita y se me mueve la pendejés y se me genera tantita inteligencia.... en fin, continúo y me dejo de babosadas...), mientras todo eso, inútil desde su origen, me sucede a mi, sentadita en la 2da más incómoda de las sillas de mi hogar (ahora: casa-oficina-puchitril-cueva-centro_de_seguridad_personal), todo el resto de mi no muy apretada agenda, está "conviviendo" con cuerpos aleatoriamente. Y sí, en ya muy variado el caso, de estos amontonamientos de sus carnes, Zas! que además de requetesacudirse el frío, se hacen de hijos (y esto no es una queja, porque sé que les van a salir retechulos y para como soy, cuando alcancen el año de vida y ya caminen, voy a ser la más fan de tooooodos ellos (me doy asco na mas de pensar en lo fan de mininiños caminando mal, que soy)).

De pensar en la de babyshowers que me esperan de aquí a los próximos 6 meses, luego la de visitas a hospitales a ver recién nacidos. Más adelante y casi %100 seguro, la de bautizos sin pastel de 3 leches que me tocarán... Brrrrrrrrrrrr! Harto frío más que me da... porque pa colmo, y para ser sincera, estoy más rota que la confianza al clérigo... Y pues, ahora si que ni modo de ponerse a hacer "manualidades" para tanto "porvenir".

Así que hoy fue uno de esos días, que aunque me bebí uno de los mejores cafés romanos al limón de mi vida a medio día, me hicieron de comer super rico y en cantidades industriales, además de eso me cayó LA chamba que me va a hacer "acompletar" para la renta del mes 12, me encontré con uno de los de "La lista de LOS 10" (y me dedicó sonrisa coqueta con miradita pispireta, y abrazo de ese que te hace medio que entrar en calor), empecé a darle ya con más seriedad a uno de los mil millones de proyectos que tengo en mi cabecita (que bueno que está casi hueca, porque con tanta madre que me da por pensar, tendría que ocupar partes raras del cuerpo para almacenarlas), además de todo eso, reí por horas con una conversación innecesaria pero genial, me bebí el cafecito nocturno de rigor con la amiga-vecina-cómplice-y-entusiasta-acompañante-de-vida, y luego fui a perder cual ganadora en el dominó, con puro pro del juego, mientras en mesas aledañas la comitiva se ponía agresiva y se "cacheteaban" unos de una con otros de otra... pero ni así.

Como que mientras todo lo que pasó durante el día, pasó con este frío invernal. Algo más pasó que me dejó preocupada... no solo en cuanto a la de cuentas pendientes que tengo por pagar, ni la de pañales que me va a tocar aprender a elegir para regalar, ni la forma en que tendré que organizar mi nuevo estilo de vida "hágalo-todo-desde-su-mesa-del-comedor", tampoco tiene que ver con grandes temas del universo, o algún extraño objeto caído del cielo. No, no, no. Es más una cosa como de adentro, de ahí donde se supone que va el "sístole-diástole", algo me dice que na más no la estoy armando, y que el maldito monotema, que bien se sabe tiene vida y mente propias, no está pero ni de casualidad en las mismas líneas de pensamiento que yo...
Eso me da todavía más frío... y sí, también un poquito de depresión de esa que es más frustración ¿Por qué no decirlo?

Y todo por clavada!

Chale

Yo sabía que debí haber estudiado fi-fi-filosofía, y ser una forever que a mi edad, aun me faltara media carrera, pero eso si, ya no me quedara ni media hoja sin subrayar, de mi propio ejemplar del "Tratado surrealista del comunismo en el Congo del medioevo". Pero necia de mi, me dio por renegar de la naturaleza, bañarme cada 2 días y hacer de mi C.V. el paraíso de las ideas de las cosas a las que uno se puede dedicar.

Ni escribiendo todas estas líneas de frases inconexas entre sí, e incluso en si mismas, y chateando a ratitos con otro desvelado en madrugada, se me quita el frío, ni el de afuera... ni el de adentro.

Y por último, aquí va el epílogo que surge de mi lado más jipi, pero menos alternativo: "Necesito un suéter para el alma, que el chal que la cubría, ya pasó a mejor vida".



P.D. Nada más de releerme en este post, me dan unas ganas casi irrefutables de internarme en un manicomio para enfermos mentales de la cursilería, el mal gusto, la falta de talento para escribir y la depresión mal manejada a la hora de quererla sacar de alguna manera.

Y además, me duele muy cabrón otra ves la espalda.

Aisht!
Cómo es que puedo ser tan quejica y soportarme?